Parte de los esfuerzos de los científicos que
investigan la gran alternativa, inagotable y limpia, a la energía de fisión, la fusión, se centran en la otra variante de la misma: la
"fusión en frío".
La fusión nuclear actualmente más desarrollada e investigada es la
que une los isótopos de hidrógeno (tritio y deuterio) a través de
altas temperaturas (cien millones de grados), es la llamada fusión en
caliente. Este inmenso calor es necesario para vencer la fuerza de repulsión
electrostática de los isótopos (al tener la misma carga eléctrica),
excitándolos de tal forma que llegan a unirse, creando un nuevo estado
de materia: el plasma. Dadas las dificultades para conseguir esas temperaturas y, sobre todo,
para confinar el plasma (magnético o inercial),
se ha estado investigando la fusión fría, que logra crear energía sin
necesidad de calentamiento. Como suele ocurrir en Ciencia, los primeros resultados se
lograron por casualidad. En la década de los 80 dos químicos
norteamericanos (Fleischmann y Pons) aseguraron haber logrado la fusión
fría mediante un sencillo ingenio y a través de la electrolisis, con
una barra de paladio rodeada de hilo de platino, sumergida en agua
pesada (rica en deuterio). Con este sistema, aplicando una corriente eléctrica, el deuterio se
separa del oxígeno del agua y se acumula en la barra de paladio.
Llegado un punto, los núcleos del deuterio y del paladio se funden a
temperatura ambiente, provocando la reacción nuclear, que libera energía,
detectada por la emisión de neutrones. Fleischmann y Pons aseguraron heber obtenido el equivalente a 1 watio
de energía por centímetro cúbico de agua, lo que representaría 1
millón de veces más de lo que mostraron las emisiones de neutrones
medidas y unas 50 veces más de la energía utilizada. Sin embargo, la comunidad científica no creyó tales resultados,
intentando por todos los medios reproducir el experimento sin éxito. Es más, si esos datos fuesen correctos, los neutrones liberados habrían
matado a todo el equipo científico que estuviera presente en el
experimento, lo cual no ocurrió (afortunadamente). Los dos científicos quisieron publicar el experimento en la revista
Nature, pero no lograron responder a las lógicas preguntas de los
equipos científicos de la publicación y no recibieron más atención. |
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El experimento de Scaramuzzi | |
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